1.9.06

ahora, un caballo

Un caballo de pecho rojo se sumergió en tu taza de café
Exactamente como una sorpresa
El ruido del tiempo no pudo comprender tal irrupción
Y se descompuso en una bandada de loros con los ojos vendados
Escapando, palpitando como un cardumen de moscas
Y tu taza de café quedó prácticamente vacía
Con el pequeño caballo acostado de lado en el fondo húmedo
Respirando aparatosamente, como llorando
Moviendo una de sus patas delanteras por la charca que había quedado
Luego del piquero, al fondo de la taza blanca
Haciendo ondas en ese centímetro cúbico de agua
Moviendo su manito en señal de despedida, de abajo a arriba
Para, luego de un minuto, expirar.

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1 Comments:

Blogger pintando y dibujando sii!! said...

los loros en si son la media caga, y con los ojos vendados son un desastre.
pero mas sorprendente aun que eso es que a los mocos le digamos loros, un termino medio 91 pero es bueno.
laraja el poema
o la cancion
me gusto su modulacion
en cada palabra
saludos

7:39 p.m.  

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