25.8.06

alguien tiene que pagar las cuentas

un día de éstos me desperté
con un pié cubierto de sangre
salí de la cama y cojié por el pasillo
con las piernas tiesas y las manos en los bolsillos

sí, me desperté de chaqueta y corbata,
manchando de sangre la alfombra
salí a la calle así mismo, era tarde
alguien tiene que pagar las cuentas

bajé las escaleras de la estación del metro a pata pelada
con los ojos rojos y la cabeza despeinada
me apretuje entre la gente, no me había duchado
me colgué de un fierro y me prendí un cigarro

en el tunel apagaron las luces y me quedé dormido,
colgando como un mono,
cuando volví a abrir los ojos ya me había pasado de estación
daba lo mismo, me bajé en cualquier parte

caminé por la alameda dejando huellas rojas
con el sol en la cara y la guata floja
aletié un poco pa sacudirme las moscas
casi me atropellan un par de veces, perdón iba distraído

a los diez minutos de caminata llegué al banco
me paré en la cola mirando el techo blanco
me metí la mano al bolsillo, para mi sorpresa estaba vacío
y en un acto de desesperación grité ¡esto es un asalto!

salté como un troglodita sobre el vidrio de la caja,
el vidrio se quebró y quedé adentro, escondido mientras el guardia disparaba por arriba
le pregunté a la cajera "dónde chucha está la salida"
ella me apuntó con su pistola y me dijo "aquí está, chucha tu madre"
¡PAF! (muerto)

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